domingo, 11 de abril de 2010

Fahrenheit 451

Leo el artículo de opinión de Francisco Robles en el diario ABC titulado "Bibianieves y los siete enanitos". Interesante por lo que expone que, entre otras cosas no es más que una denuncia a la cual yo me uno.

Si sigue así la cosa, mucho me temo que llegaremos a la situación que plantea la novela (y luego película) Fahrenheit 451 de Ray Bradbury en donde los bomberos tienen la misión de quemar libros ya que, según su gobierno, leer impide ser felices porque llena de angustia; al leer, los hombres empiezan a ser diferentes cuando deben ser iguales, el cual es el objetivo del gobierno, que vela por que los ciudadanos sean felices para que así no cuestionen sus acciones y los ciudadanos rindan en sus labores (Wikipedia).

Un planteamiento más actual de este asunto viene de la mano de la obra de teatro Fahrenheit 56K, del autor español Fernando de Querol en donde sus temas principales son la censura, la libertad de expresión e Internet. En la obra, se presenta una sociedad dictatorial pero en la que existe Internet. El Partido, cuyo Jefe Supremo es El Líder, domina el Estado. El Partido es despótico y corrupto, falsifica la Historia y nunca reconoce haber mentido o haberse equivocado. Una institución llamada la “Asamblea de la Ciencia” se encarga de controlar el conocimiento al servicio del Partido (Wikipedia).

El Ministerio de Igualdad a través de la web educandoenigualdad.com dice que no quieren "a Blancanieves fuera de la escuela sino que el príncipe comparta las tareas de palacio". Y yo les digo que muy bien. Subvencionen (que esa es un tarea muy común ahora en España) a varias autoras (no autores) que escriban, no en libertad, sino teniendo a mano el manual de lo políticamente correcto según el adoctrinamiento socialista actual español en el cual se está suprimiendo la libertad de creación y expresión de los individuos... e individuas.

Y es que todo esto es la manía de querer reescribir el pasado. El pasado es, y punto.

Porque el pasado no se puede cambiar. Es un tiempo inamovible aunque muchos se empeñen en removerlo. Y los libros escritos así deben quedarse, escritos. Para hacer lo que propugnan, tendría que existir la máquina del tiempo en la que se pudiera ir al pasado y cambiar los hechos históricos, cosa imposible al día de hoy aunque, al paso que vamos y sin usar máquinas temporales, ¿repetiremos la cruel historia de España? ¿Donde se queda aquello de la libertad de expresión y la de los individuos?

Parece que no se enteran que los españoles lo único que queremos es salud, paz, trabajo y prosperidad.

Con la venia, les aporto una idea para hacer una nueva versión de Blancanieves en la que el/la/lo protagonista se llame "Próximofuturo" y en la que aparezcan seis personas no enanas, para no discriminar a esas personas, en la que haya dos del sexo masculino, dos del femenino y dos transexuales que, a su vez, dos son de derecha, dos de izquierda y dos son apolíticos para que se cumpla la ley de Igualdad y, a ser posible, que sean diputados o senadores elegidos por el pueblo soberano. Democracia pura y dura.

En fin. Muchas ideas para lo -supuestamente- ideológicamente correcto pero ninguna para acabar con el paro y salir de la crisis económica.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dices que "Parece que no se enteran que los españoles lo único que queremos es salud, paz, trabajo y prosperidad". Estoy de acuerdo con eso, pero a mi familia le hace falta algo más: poder enterrar a nuestros familiares junto a sus seres queridos. No hace mucho falleció mi abuela sin haber podido encontrar jamás ni a mi abuelo ni al mayor de mis tíos, y murió con ellos en los labios. Ésto es la vida real, ni es reescribir historias ni necesitaba máquinas del tiempo. Es cuestión de respeto, pero sólo encontró barbarie en la época mala y olvido, e incluso desprecio por algunos, cuando todos no felicitamos de los buenos tiempos.

Bruno Marvizón dijo...

Estimado Anónimo:

En esta entrada no he hablado de la Ley de Memoria Histórica pero amablemente te respondo a tu comentario.

Estoy de acuerdo porque es de recibo que las familias puedan enterrar dignamente a sus antepasados.

Lo que, según mi opinión es que el asunto lo han politizado y esto lleva de la mano la crispación y a enfrentamientos entre los ciudadanos.

Decía Rodríguez Zapatero en aquella famosa entrevista que le hizo en Cuatro Iñaki Gabilondo que a él le venía bien que existiera tensión y que "dramatizaría un poco".

Le viene bien a los políticos para ganar elecciones, pero no así a los ciudadanos pues lo que los políticos hacen con estas cosas es enfrentarnos a los españoles y a muchos, según parece, les interesa muchísimo que volvamos a los tiempos turbios y desgradables de los años 30de la historia de España. Desconozco dónde está el negocio.

Ley de Memoria Histórica, sí: pero ni partidista, revanchista ni guerracivilista. Para evitar eso estaba sirviendo el periodo de transición después de la muerte de Franco... y para perdonarse y reconciliarse con el fin de avanzar y progresar.

Ahora vamos para atrás otra vez, por culpa de la política, los políticos y los intereses particulares de algunos grupos minoritarios.

Espero que en esto último estemos de acuerdo.

Saludos.